Por Miguel Díaz Román
Los continuos decomisos de leche cruda en determinadas vaquerías que no cumplen con los nuevos parámetros de calidad establecidos de manera unilateral por la Oficina para la Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL), los cuales exceden los requisitos de leche grado A que impone el gobierno federal, ha generado un gran descontento entre el sector de los ganaderos que amenaza con causar un cisma en la industria lechera.
El ex presidente del Sector de Leche de la Asociación de Agricultores, Luis “Tata” Cordero, se expresó alarmado por la cantidad de vaquerías afectadas por los decomisos de leche cruda debido a que no cumplen con los nuevos parámetros de calidad establecidos por la ORIL.
Cordero sostuvo que el objetivo de mejorar la calidad de la leche fresca no puede provocar la quiebra de determinados ganaderos, por lo que le solicitó una reunión urgente con el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, la cual se debería realizar en o antes del próximo lunes 6 de noviembre.
Además de secretario de Agricultura, González Beiró es el administrador interino de la ORIL desde el mes de septiembre de 2022, cuando el entonces administrador, Javier Lugo Rullán, dimitió al cargo sin ofrecer una explicación para su decisión.
“Yo estoy preocupado porque el propósito de mejorar la leche no debe perjudicar hasta 30 ganaderos. Estoy preocupado porque están botando leche grado A y eso de botar leche una semana y la otra semana también puede llevar a la quiebra a cualquiera. Y si te botan la leche y no tienes ingresos ¿con qué vas a pagar?”, sostuvo Cordero, quien dijo que ha salido de su retiro para abogar por las vaquerías afectadas, las cuales no identificó.
Sostuvo que su intervención pretende alcanzar un acuerdo con González Beiró para que la leche que no cumpla con los nuevos parámetros sea canalizada por la ORIL hacia la elaboración de otros productos lácteos como leche UHT, queso o mantequilla en la planta de balance Indulac.
ORIL decomisa leche apta para consumo
Cordero dijo que el objetivo de su gestión es garantizar que los ganaderos afectados por las decisiones de la ORIL obtengan un ingreso por la leche decomisada.
Explicó que la leche que no cumple con los nuevos parámetros de la ORIL es apta para consumo porque satisface a cabalidad los requerimientos establecidos por el gobierno federal para la leche grado A.
“Están botando leche que cumple y más con los requisitos de leche grado A. Aquí (en Puerto Rico) la leche es de calidad, nunca habíamos imaginado que tendríamos una leche de tanta calidad. Los problemas de la leche son por mal manejo y por neveras defectuosas”, dijo Cordero.
Cordero añadió que, aunque está retirado, aún es propietario de una vaquería con la que ha podido constatar los altos costos que conlleva el cumplimiento con los nuevos parámetros establecidos por la ORIL.
“Lograr que no te boten la leche cuesta un dineral. Todos esos detergentes de limpieza, desinfectantes para las vacas te cuestan mucho dinero porque hay que hacer la limpieza todos los días. Y las pruebas de leche por cada vaca, pueden costar entre $8 y $10. Y también tienes la prueba de laboratorio para el tanque. Y si tienes que sacar vacas de la línea de ordeño porque están altas en células somáticas tienes que botar esa leche y si tienes esas vacas fuera de la línea de ordeño 10 y 12 días eso te cuesta mucho porque es leche que tienes que botar, pero tienes que alimentar esas vacas y darle medicinas. Esto es más complicado de lo que perece”, dijo Cordero.
Ganaderos podrían acudir a los tribunales
Los elevados niveles de células somáticas indican la presencia de una infección bacteriana en la glándula mamaria de la vaca, lo que disminuye la calidad de la leche.
El ex presidente del sector de la leche de la Asociación de Agricultores indicó que la situación de los ganaderos se agrava como resultado de los altos costos del combustible, de la energía eléctrica y otros productos que son necesarios para la producción de leche.
También señaló que su vaquería no ha sido afectada por el decomiso de leche y advirtió que será decisión de los ganaderos afectados acudir a los tribunales si él no logra un acuerdo favorable con González Beiró.
Los nuevos parámetros inicialmente se establecieron en 2016 por medio de enmiendas al llamado reglamento 5 de Calidad de Leche de la ORIL, los cuales buscaban bajar los niveles de bacterias y de las células somáticas en la leche, con el fin de equipararlos lo más posible a los niveles adoptados en diversos estados de los Estados Unidos.
En duda si nuevos parámetros aumentan consumo
En 2020 el ex secretario de Agricultura, Carlos Flores Ortega, se opuso a la puesta en vigor de las enmiendas al reglamento 5 aprobadas en 2016, porque podrían ser perjudiciales a los ganaderos. La orden de Flores Ortega fue rechazada por el Sector de Leche de la Asociación de Agricultores, mientras que el entonces administrador de la ORIL, Jorge Campos, quien tenía el apoyo de la Fortaleza, no acató la decisión de Flores Ortega. Campos es el actual subsecretario de Agricultura.
Finalmente, el pasado 18 de julio entró en vigencia nuevas enmiendas al reglamento 5 patrocinadas por González Beiró, la cuales requieren bajar más los niveles de bacterias y de las células somáticas, y, entre otras disposiciones, establece un calendario en tres fases para elevar el nivel de grasa en la leche de 3 % a 3.25 % en marzo de 2025.
No obstante, Cordero se manifestó a favor de los nuevos parámetros establecidos por la ORIL porque, según dijo, es una tendencia instaurada en Europa, en Suramérica y en numerosos estados en los Estados Unidos que tiene una fuerte industria lechera, con el fin de aumentar el consumo e impedir las importaciones de leche desde otros estados.
ORIL sin estudio
Indicó que en la medida que bajen los contajes de bacterias y células somáticas, aumenta la calidad de la leche lo que eleva la vida útil del producto y favorece un mayor consumo y se impide la importación de leche.
Este periodista preguntó si la ORIL había realizado un estudio para determinar si los nuevos parámetros provocarían un alza en el consumo en el mercado local y Cordero dijo que “supongo que ese estudio lo hay”. El ganadero insistió que en la medida que se garantice un producto de calidad habría un aumento en el consumo.
La iniciativa de aumentar los parámetros de calidad de la leche avalada por la ORIL no fue producto de un mandato legislativo y, según fuentes de SN, la entidad reglamentadora no cuenta con un estudio que valide la premisa de que aumentar la calidad de la leche más allá de los requisitos federales para la leche grado A, redundará en un alza en el consumo.
Baja el consumo de leche
La fuente agregó que la iniciativa en realidad surgió en la Cooperativa de Productores de Leche y en el Sector de Leche de la Asociación de Agricultores, la cual ha sido denominada Ruta 2024, cuyo objetivo es producir leche de calidad superior a través de propiciar que el ganado consuma pasto todo el año.
En los Estados Unidos la llamada leche “grass feed” o producida por ganado alimentado con pasto, es favorecida por un sector de los consumidores que patrocina los productos orgánicos o de origen natural.
La industria lechera local ha experimentado una baja en el consumo debido a múltiples factores como la baja tasa de natalidad -los principales consumidores de leche son los niños-, el éxodo de ciudadanos a los Estados Unidos y la férrea competencia de otros productos de origen vegetal como la leche de almendra y de soya.
Por su parte, el ganadero Carlos Benítez indicó que todos los decomisos de leche realizados por la ORIL antes del 18 de julio a causa del incumplimiento con los nuevos parámetros son ilegales.
“Todo lo que se hizo antes del 18 de julio es ilegal porque el reglamento 5 no contemplaba el decomiso de leche de la manera como se ha venido haciendo. El reglamento 5 en la versión anterior te deban más oportunidad para resolver el problema si en la muestra de leche salía que estabas alto en bacterias y células somáticas. Pero en la nueva versión del reglamento 5 aprobado el 18 de julio con tan solo la muestra del chofer del camión te pueden decomisar la leche”, dijo Benítez, quien ha sido un opositor de los nuevos parámetros.
A la vista más quiebras
El ganadero sostuvo que luego de que la ORIL aprobó las enmiendas al reglamento 5 y de que el Departamento de Estado avaló su promulgación el 18 de julio, “a los productores de leche no les queda más remedio que atemperarse a los nuevos parámetros y eso tendrá consecuencias”.
“Yo no he visto un aumento en el consumo con los nuevos parámetros y no se hecho una campaña para que el consumidor sepa de los nuevos parámetros de calidad. Yo lo que he visto es que los consumidores siguen comprando la leche porque es grado A”, dijo Benítez.
Indicó que en la medida que no se efectúe el estudio económico exhaustivo de la industria lechera para determinar si es necesario aumentar el precio de la leche cruda, los ingresos de los ganaderos no serán suficientes para superar los elevados costos de producción en Puerto Rico, lo que provocará un incremento en las quiebras de vaquerías.
En los pasados años más de 35 vaquerías han optado por acogerse a la quiebra en el Tribunal Federal de Quiebras en San Juan debido a las dificultades para lidiar con los elevados costos de producción.