Por Miguel Díaz Román
En lo que representa la salida de la marca Suiza Dairy del mercado de leche producida en el país, el gerente general de la empresa, Pablo Vallejo, anunció que a partir de hoy las operaciones de su planta procesadora en Aguadilla serán suspendidas, lo que implica que ya no llegará más a las góndolas de los supermercados de leche UHT producida por esa empresa.
La suspensión de las operaciones de la planta de Aguadilla dejará sin empleo a 117 trabajadores, aunque cerca de 50 empleados permanecerán realizando labores de mantenimiento de esa planta, que tuvo un costo de $40 millones y que comenzó operaciones en 2016.
El pasado 28 de junio Vallejo anunció que Suiza Dairy abandonaba el mercado de leche fresca, lo que implicó el despido de más de 490 empleados y el cierre de la planta procesadora que posee la empresa en San Juan.
En ese momento el ejecutivo responsabilizó por la decisión a la Oficina para la Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL), debido a que la entidad reglamentadora actuó de manera deliberada para debilitar económicamente a la empresa.
Hoy Vallejo sostuvo que la decisión de suspender las operaciones de la planta de Aguadilla obedece a la renuencia de la ORIL de garantizar un suplido de leche cruda que responda a las disposiciones reglamentarias vigentes, las cuales indican que las entregas de leche deberían ser equivalentes a la participación de la empresa en el mercado durante el año anterior.
El ejecutivo indicó que el año pasado Suiza Dairy dominaba cerca del 60 % del mercado de leche del país. Explicó que a pesar de que la empresa solicitó en cuatro ocasiones que se aumentará el suplido de leche cruda, la ORIL no atendió el pedido.
Menos leche cruda
El ejecutivo hizo el anuncio en una conferencia de prensa que realizó en las oficinas de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos en San Juan. Vallejo estuvo acompañado por el licenciado Ángel Moya.
Vallejo reveló que el pasado mes de septiembre Suiza Dairy realizó uno de los pedidos de más leche cruda y la respuesta que recibió de la ORIL, alegadamente, demostraba la inclinación del ente regulador a afectar las operaciones de la empresa.
“La respuesta decía: ´explíquenos por qué no debo denegar su solicitud´. Y ahí, de entrada, vimos una animadversión hacia Suiza”, sostuvo Vallejo.
Explicó que la planta de Aguadilla estaba recibiendo 1.2 millones de cuartillos de leche cruda cada mes, cuando la cuantía que debía recibir ascendía a 2.6 millones. Indicó que los 1.2 millones de cuartillos representan en realidad el 14 % del acopio total de la leche que producen las vaquerías locales.
El ejecutivo indicó que la ORIL estaba “restringiendo” el volumen de leche cruda que necesita la planta de Aguadilla para realizar una operación aceptable, y que el monto del producto que estaba recibiendo solo permitía que la planta operara al 40 % de su capacidad.
La planta de Aguadilla elabora leche UHT y según indicó Vallejó, la empresa se proponía elaborar leche de larga duración, que es leche refrigerada.
De acuerdo con el periódico El Vocero, González Beiró alegó que el monto de leche cruda asignado a la planta de Aguadilla corresponde a la cuantía para UHT que produce esa planta.
Las reglas no están claras
Vallejo sostuvo que, a pesar de la escasez de leche que experimenta el mercado actualmente, la ORIL estaba obligada a garantizar el suplido de leche cruda según la participación de mercado de la empresa registrada el año anterior.
“A nosotros nos corresponde, de acuerdo a ley, al menos el 50 % o el 60 % (de la leche producida)”, dijo el ejecutivo.
“Estas no son reglas claras, esto no es un trato justo, es una forma de discriminación y así no podemos seguir operando porque si usted tiene una planta que está procesando por menos del 40 % es imposible mantener una opresión rentable”, indicó Vallejo.
Incluso, Vallejo explicó que uno de los factores que han reducido la cuantía de leche que recibe la planta de Aguadilla es que en septiembre de 2023 la ORIL emitió una serie de órdenes para “direccionar” leche cruda hacia la planta de balance Indulac. Indicó que esa decisión de la ORIL redujo el volumen de leche que reciben las plantas procesadoras.
Tratamiento distinto a Indulac
La planta Indulac, que es operada por una cooperativa de ganaderos, solo debe procesar los excedentes de leche cruda que no puedan procesar las plantas Suiza Dairy y Tres Monjitas, lo que implica que con la determinación de la ORIL se inicia un tratamiento distinto a la planta Indulac. Actualmente esa planta solo produce leche UHT.
Vallejo sostuvo que Suiza Dairy intentó, además, que la ORIL avalara determinados aumentos de precio en la leche con el fin de lidiar con los costos de producción, pero esa petición también fue denegada por la entidad reguladora. El secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, ostenta la posición de administrador interino de la ORIL.
El anuncio realizado por Vallejo acontece en el contexto de que el pasado 3 de mayo Suiza Dairy radicó en el Tribunal Federal de San Juan una moción de desacato contra la ORIL y González Beiró por, alegadamente, incumplir un acuerdo alcanzado en ese tribunal en 2013.
El citado acuerdo incluye el reglamento 12, el cual fue anexado a una sentencia emitida por el juez federal Daniel Domínguez. El acuerdo obliga a la ORIL a garantizar una ganancia adecuada a los integrantes de la industria lechera, especialmente a las plantas procesadoras, tras realizar evaluaciones económicas anuales y un amplio estudio cada cuatro años.
Aún existen productos de Suiza en el mercado
Suiza Dairy sostiene en la moción que ha perdido $172 millones por los incumplimientos de la ORIL.
Aunque la suspensión de las operaciones de la planta de Aguadilla representa la salida total de la marca Suiza Dairy del mercado de leche producida en el país, la empresa aún tiene otros productos de la marca Suiza como leche condensada y leche evaporada. Estos productos son importados por el Grupo Gloria, empresa matriz de Suiza en Dairy, que tiene otras plantas procesadoras en Sudamérica.
Vallejo sostuvo que la reapertura de las operaciones de Suiza Dairy, dependerá de que exista lo que llamó “seguridad jurídica, mientras tanto es imposible”.
Al inicio de la conferencia de prensa Vallejo sostuvo que la empresa experimentaba una atmósfera de “inseguridad jurídica”, la que describió, como un incumplimiento continuo de parte de la ORIL con sus obligaciones legales. Entre estas mencionó realizar un estudio económico exhaustivo de la industria lechera cada cuatro años. Evaluaciones económicas anuales y revisiones de precios cuando los estudios indiquen que es necesario.