Por Miguel Díaz Román
La grave falta de una planificación inteligente de parte del gobierno y los contratiempos que esto ha generado, han sido lo grandes obstáculos para que el país aún carezca de una flota para la producción de energía renovable que sustituya gran parte de la generación de electricidad con combustibles fósiles que existe actualmente y que, además, permita a los consumidores obtener energía más barata.
Así de claro quedó durante el foro “La energía renovable en Puerto Rico: retos y oportunidades”, que ayer celebró la Asociación Puertorriqueña de Analistas Financieros.
En el foro, celebrado en el restaurante Antonio, ubicado en el Condado, participaron el consultor y ex presidente de la Junta de Planificación, Luis García Pelatti; el director ejecutivo de la Asociación de Productores de Energía Renovable (APER), Julián Herencia; y Alfredo Martínez Álvarez, presidente de la empresa de bienes raíces Martinal Group.
Incluso, esa falta de planificación es la que mantiene numerosos proyectos de energía renovable que ya han sido aprobados, mayormente de placas fotovoltaicas, en la espera del aval final de las agencias concernidas, a pesar de que su construcción y operación es necesaria para suplir 454 megavatios que en dos años dejarán de fluir por cableado eléctrico cuando la planta AES en Guayama, que genera energía quemando carbón, finalice su operación.
De hecho, García Pelatti sostuvo que mientras otros países han incursionado en la producción de energía renovable a través de procesos ordenados en las que se ha definido la necesidad energética y se han seleccionado los lugares idóneos para ubicar estas operaciones, en Puerto Rico ese proceso ha padecido un “vacío” que se ha caracterizado por la falta de previsión y de protagonismo de parte del gobierno en la necesidad de identificar las prioridades.
Como resultado de esa política, las empresas de energía renovable compiten entre sí para adquirir predios dónde esperan establecer sus operaciones sin que exista una dirección clara de los objetivos del gobierno.
Falta de coordinación de la política energética
García Pelatti reveló que para 2014 se pudo identificar que muchos de los proyectos de energía renovable propuestos no estaban ubicados en los lugares adecuados y que la gestión de hacer cumplir los reglamentos y las leyes que rigen la política del suelo y los terrenos agrícolas se hallaba en continuo reto de la parte de la iniciativa para favorecer las energías renovables.
“Y como yo siempre le digo a mucha gente, las industrias son importantes, pero eso no quiere decir que los parques industriales los puedes poner en cualquier lugar. Los hoteles son importantes, pero eso no quiere decir que los puedes poner en cualquier lugar”, sostuvo.
El ex presidente de la Junta de Planificación comentó que en Puerto Rico se han aprobado proyectos de energía renovable en terrenos agrícolas a pesar de que existen leyes que protegen esos terrenos y que han decretado determinadas zonas en toda la isla como reservas agrícolas.
De hecho, García Pelatti sostuvo que otro error del país es que “no se ha coordinado” la política energética con la política de suelos y de protección de terrenos agrícolas. Incluso, García Pelatti reveló que en una ocasión se propuso ubicar proyectos de placas solares sobre los embalses con el fin de proteger los terrenos agrícolas y reducir la capacidad de evaporación en esos cuerpos de agua, una iniciativa que no ha logrado reclutar seguidores porque hasta el presente no se conocen que se hayan propuesto proyectos de energía renovable en embalses.
El ex funcionario agregó que el proceso de promover las energías renovables en Puerto Rico también ha sufrido el embate de intereses contrarios, como, por ejemplo, cuando un alto funcionario de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), que era parte del comité creado en el gobierno para las energías renovables, sostuvo que la corporación pública había realizado un estudio que concluyó que “las energías renovables no eran viables”. “El presidente del Comité le dijo: pues entonces, enséñanos el estudio y él dijo, no, no, es confidencial”, dijo García Pelatti, ante la sorpresa de la concurrencia, integrada por economistas y empresarios y figuras del sector de las finanzas, los seguros y la banca.
“De lo que yo me dí cuenta en ese momento, es que no había planificación. No se identificaron los proyectos y aquí, marcando la realidad del pasado con el análisis de futuro, creo que todavía nos estamos equivocando. Yo me dí cuenta que en el estado de Nevada había dicho: ¿cuánto más cabe en el sistema (carga en el sistema eléctrico) ?; ¿cuál es el mejor lugar para poner parques eólicos?; ¿cuál es el mejor lugar para poner parques de placas solares? Compraron los terrenos, expropiaron tierras para pasar las líneas y dijeron: mercado ¿quién hace la mejor oferta para poner un parque de placas solares en este lugar?”, planteó García Pelatti en un intento de hacer un contraste para cuestionar nuevamente las políticas equivocadas establecidas por el gobierno local para promover las energías renovables.
Por su parte, Julián Herencia también aludió a la falta de planificación de parte del gobierno al sostener que el país enfrenta una crisis de generación de energía, mientras continúan atrasadas las aprobaciones finales de los proyectos de energía renovable de la llamada primera etapa (Tranche 1), que proponen generar entre 800 y 900 megavatios.
Demanda supera la generación
Herencia indicó que el pasado año la demanda superó la capacidad de generación de las plantas existentes, lo cual es la más clara evidencia de la magnitud de la crisis de producción de electricidad que padece el sistema de generación que actualmente es operado por la empresa privada Genera PR.
El director ejecutivo de APER señaló que el Plan Integrado de Recursos de la AEE, que es el documento que define la política energética del gobierno, establece que en los próximos cuatro años se deberán eliminar más de 3,000 megavatios que son producidos con combustibles fósiles, lo cual implica que el sistema de generación se quedará con hasta 2,500 megavatios.
“Necesitamos ahora mismo entre 3,500 y 4,000 megavatios. Nos vamos a quedar cortos y la única manera de salir de esto es la nueva generación a través de las energías renovables en escala o por medio de la conversión de las plantas de combustibles fósiles a plantas más eficientes. Lo que yo quiero que ustedes sepan es que en Puerto Rico hay una crisis real de generación y estos proyectos de energía renovable a gran escala, que proponen 3,750 megavatios (que incluye los proyectos de Tranche 1 y otros que serían considerados en el llamado Tranche 2), son necesarios para salir de esta crisis. No hay otra alternativa a corto plazo que nos puede dar esa generación”, dijo Herencia.
Agencias y LUMA en atraso
Incluso, Herencia dijo que el costo de la electricidad actualmente estimado para los proyectos a gran escala de energía renovable aprobados (Tranche 1) asciende a 12.3 centavos el kilovatio hora, lo cual es muy favorable para los consumidores y para la economía.
No obstante, Herencia dijo que parte fundamental de la crisis es el atraso de las agencias concernidas en firmar los acuerdos para los proyectos de energía renovable (Tranche 1), a pesar de que fueron aprobados en 2022.
“Hoy en día, los entre 800 y 900 megavatios aprobados (Tranche 1), están todos atrasados por falta de ejecución de agencias del gobierno”, dijo Herencia, quien indicó que las principales fuentes de atraso es el Negociado de Energía y la empresa LUMA, que administra el sistema de distribución de energía del país. De hecho, el ejecutivo dijo que la empresa LUMA era responsable del 90 % de los atrasos en los trámites que aún no se han culminado.
Herencia defendió la ubicación de proyectos de energía renovable en terrenos agrícolas, al sostener que menos del 3 % de los terrenos agrícolas serían impactados por los proyectos de energía renovable propuestos (Tranche 1 y Tranche 2, que suman 3,750 megavatios).
De hecho, Herencia dijo que actualmente existen siete parques de energía renovable en operación ( en contratos con la AEE) ubicados en terrenos agrícolas. Explicó que esos terrenos han carecido de actividad agrícola en los pasados 20 años, lo que implica que las iniciativas de energía renovable no han anulado fincas, siembras u otro tipo de operación agrícola.
“La pregunta es: hay o no hay conflicto. Esos terrenos han estado en desuso en los pasados 20 años. Si no había interés a corto plazo en poner una actividad agrícola ¿por qué no los ponemos a producir algo que Puerto Rico necesita y que no afecta su capacidad de producción agrícola en el futuro?”, cuestionó Herencia.
“Del 2012 al 2018 se perdieron 97,000 cuerdas de terrenos agrícolas. En ese mismo periodo de tiempo se pusieron a correr los siete proyectos de energía renovable en 750 cuerdas. Es obvio que los proyectos de energía renovable no tienen nada que ver con la pérdida de terrenos agrícolas en Puerto Rico”, sostuvo.
Comercio a favor de las renovables
Agregó que dos de esos proyectos mantienen simultáneamente una operación agrícola relacionada con la crianza de ovejas, lo que, según dijo Herencia, significa que determinadas prácticas agrícolas pueden convivir con los proyectos de energía renovable. De hecho, la Universidad de Puerto Rico y el Departamento de Agricultura han establecido la iniciativa denominada Agroenergía, que pretende identificar los cultivos agrícolas que pueden coexistir con las iniciativas de energía renovable.
Finalmente, Alfredo Martínez Álvarez, presidente de la empresa de bienes raíces Martinal Group, favoreció el desarrollo de la energía renovable a gran escala porque representen una reducción en el costo de la electricidad, lo cual es uno de los desafíos que enfrenta actualmente el mercado de bienes raíces a nivel comercial, debido a que los altos costos han causado cambios en las expectativas de las empresas que alquilan espacios comerciales. Martínez Álvarez también avaló la ubicación de paneles de energía renovable en los techos de centros comerciales y en otros espacios y estructuras.