Por Miguel Díaz Román
En la tarde de hoy domingo 30 de junio se detectó un fuerte olor a amoniaco en la planta de San Juan de Suiza Dairy, tras lo cual la empresa se comunicó con los servicios de emergencia del gobierno, según se informó en un comunicado de prensa.
El comunicado sostiene que los trabajadores en protesta de la Central General de Trabajadores (CGT), quienes se mantienen apostados en los portones de la empresa, no permitieron el ingreso de los vehículos de los servicios de emergencia. Solo permitieron, según indica el comunicado, que ingresara caminando el personal de emergencias escoltados por uno de los huelguistas que, alegadamente, trabajaba como técnico de refrigeración.
“Explicaron que existía una fuga en una de las válvulas y que el técnico la había cambiado con lo cual supuestamente se remedió el problema; por esta razón el equipo de emergencias solicitó volver a hacer una inspección en un tiempo prudencial. Aclaramos que Suiza no es responsable de esta situación ya que el cuidado de las líneas de amoniaco requiere de un conocimiento de ingeniería especializado y de un monitoreo continuo de los parámetros de operación de este tipo de equipos, por lo que no puede garantizar que la solución aplicada sea la correcta y definitiva, o que el problema se vuelva a presentar”, indicó el comunicado.
“En caso de que se presente un problema mayor que afecte a la salud de las personas que se encuentran en las zonas adyacentes, la responsabilidad de esta situación recaerá exclusivamente en las personas que impiden el ingreso a la planta del personal de Suiza especializado, y serán los directos responsables por cualquier afectación a ellos mismos y a la comunidad entera”, advierte el documento.
La situación con el escape de amonia detectado confirma los hallazgos relatados en una declaración jurada realizada por el gerente de área de ingeniería y mantenimiento de la empresa, Héctor Rafael Betancourt Muñoz, quien visitó la planta el pasado martes 25 de junio acompañado con cinco alguaciles del Tribunal de Primera Instancia de San Juan.
Según Betancourt Muñoz, la planta de San Juan de Suiza Dairy se encuentra en pésimo estado con material descompuesto en el área de pasteurización y una fuerte presencia de moscas y de malos olores, debido a que los empleados que supervisan los equipos no han podido entrar a la planta como resultado del conflicto huelgario que enfrenta la empresa con la CGT.
La declaración jurada de Betancourt Muñoz sostiene que durante la visita se encontró que parte del equipo de refrigeración se encontraba detenido, lo que es una clara señal de que la planta está en “descontrol” y requiere por una atención continúa.
También relata que en la planta de tratamiento se encontró dos tanques con 80,000 galones a punto del desborde y despidiendo fuertes olores objetables como resultado de la falta de atención en esa área.
La visita fue ordenada por el juez Anthony Cuevas el pasado lunes 24 de junio, luego de escuchar los relatos de varios testigos de la empresa sobre las acciones de los trabajadores en huelga, quienes están apostados en los portones de las instalaciones de la planta e impiden la entrada de personal y de camiones.
El detonante del conflicto huelgario es la presunta incapacidad de Suiza Dairy de aumentar la aportación al plan médico de 160 empleados.
Al conocer el testimonio de los testigos, Cuevas Ramos sostuvo que la situación de la planta de Suiza Dairy es una “bomba de tiempo” debido a que los empleados no pueden revisar continuamente el sistema de refrigeración, que opera con amoniaco, para evitar un escape del temible químico, y para supervisar el sistema de tratamiento de aguas negras y prevenir que ocurra un desbordamiento.
Cuevas Ramos ordenó la inspección de la planta y que el señor Betancourt Muñoz, fuera acompañado por alguaciles.
De acuerdo con la declaración jurada, es que el tanque recibidor que almacena el químico amoniaco estaba en condiciones normales. No obstante, el documento advierte que el sistema de refrigeración requiere una supervisión constante.
Otro hallazgo que surge de la declaración jurada los silos del área pasteurizada se encuentran 19,500 galones de leche y 4,500 galones de jugo de china en estado líquido y debidamente refrigerados, pero ambos productos no están en condiciones aptas para el consumo “por lo que habría que disponer del producto”.
En la sala de pasteurización, según describe la declaración jurada, “se percibe un fuerte olor a podrido”, mientras que en uno de los equipos se encontró una cantidad de material descompuesto y en un tanque de balance del pasteurizador “también hay producto en proceso de descomposición. Observamos moscas volando en el área, dicha área debe mantenerse en unas condiciones óptimas de limpieza e higiene ya que es prácticamente un laboratorio”.
Del documento también surge que en el cuarto de compresores de refrigeración se encontró “los compresores 3, 6 y 8 detenidos por seguridad con bajo nivel de aceite por lo que procedimos a cargar de aceite dicho equipo”.
La declaración jurada relata que en el área de los condensadores evaporativos se encontró un abanico roto. “Se procedió a apagar el mismo para ver las posibles causas. Se nota que la rotura de dicho abanico afectó otro componente interno el cual afecta el movimiento del agua dentro de este. Se dejó nuevamente operando”.
Durante la visita se logró descargar 48,000 galones de aguas usadas de uno de los tanques y 32,000 galones de otro “para poder evitar que se desborde agua a la calle”.
“En resumen, la planta de tratamiento requiere una intervención con un “vacuum truck” para remover material solidificado en el OAF. También las cajas de descarte de material requieren remoción. La planta se encuentra en descontrol. Se están percibiendo fuertes olores. Respecto al equipo de refrigeración de estos continuar operando desatendidamente pueden surgir roturas a consecuencia de la falta de lubricación”, concluyó la declaración jurada.