Por Miguel Díaz Román
Al cumplirse un año de la primera reunión entre la industria de seguros y la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe) con miras a establecer un nuevo código que garantice la rehabilitación de miles de estructuras construidas hace más de 40 años, el proceso no ha logrado avances notables mientras surgen advertencias sobre que la demolición de edificios viejos sería una alternativa frente al alto costo que supondría renovarlos.
De hecho, el presidente de la empresa de bienes raíces Martinal Group, Alfredo Martínez Álvarez, sostuvo que no estaba en contra del nuevo código y su reglamento, pero advirtió que, si la nueva reglamentación es demasiado onerosa o contiene disposiciones de difícil cumplimiento, será letra muerta para los dueños de propiedades.
Incluso, el empresario indicó que es necesario que existan fondos para emprender la rehabilitación de propiedades y señaló que si los trabajos de renovación son muy costosos se configurará como una alternativa demoler las estructuras.
El pasado mes de agosto se cumplió un año de la citada reunión y ninguno de los objetivos esbozados en aquel momento para iniciar el proceso de poner en vigor el nuevo Código de Mantenimiento y su reglamento se han cumplido.
Entre estos objetivos figura realizar en los primeros meses del 2024 una vista técnica y una vista pública para traer a discusión los elementos del código y su reglamento que, en síntesis, pretenden viabilizar la vida útil de estructuras antiguas que no han recibido mantenimiento durante décadas y para manejar aquellos edificios que no son seguros debido a que no cumplen con las exigencias del Código de Mantenimiento.
Incluso, otro de los grandes retos que deberá atender el nuevo código y su reglamento es examinar la vida útil de estructuras ubicadas en las zonas costeras, que suelen ser zonas de gran atracción turística, debido a que podrían estar afectadas por la erosión marina.
Retrasos en plaga
De hecho, el proceso ha estado plagado de retrasos hasta el punto de que, en junio de 2023, tras cumplirse un año desde que la Resolución Conjunta de la Cámara de Representantes 201 (RCC 201) fue firmada por el gobernador Pedro Pierluisi, la OGPe solicitó una prórroga en la Legislatura porque no había podido encaminar el nuevo código de mantenimiento y su reglamento.
La RCC 201 ordena a la agencia acoger un código internacional de mantenimiento de estructuras y atemperarlo a las condiciones del país.
Además, el proceso se ha visto afectado por la renuncia del subsecretario auxiliar de OGPe, el ingeniero Carlos Oquendo, quien tenía entre sus responsabilidades gestionar el nuevo código de mantenimiento. Oquendo le confirmó a SN que renunció a OGPe a principios de 2024. No obstante, Oquendo sostuvo que la agencia continúa trabajando con la nueva reglamentación.
Hasta el próximo año el nuevo código
El ex presidente del Comité de Terremotos del Colegio de Ingenieros, ingeniero Félix Rivera Arroyo, quien ha promovido la adopción del código de mantenimiento, dijo que los trabajos continúan en OGPe para poner en vigor el nuevo código, pero reconoció que “hasta que no se complete el proceso se va a necesitar un tiempo adicional para trabajar con el código y no se espera que esos trabajos estén completados este año”.
Rivera Arroyo indicó que existe en la agencia un comité permanente que está trabajando en el código de mantenimiento y cuando se finalice el texto del reglamento se deberá cumplir con la celebración de la vista técnica, en la que participarán los sectores profesionales conocedores de los aspectos técnicos del código.
En la vista pública se espera que comparezca la ciudadanía en general, incluyendo los dueños de propiedades y los sectores del país que entiendan que serán afectados por el nuevo código. Finalmente, el código y el reglamento requieren la aprobación de la legislatura para que puedan entrar en vigor.
Entre tres y cinco años para rehabilitar
El ingeniero reveló que de manera paralela el citado comité también realiza una revisión del Código de Construcción, cuya versión vigente es del 2018, para temperarlo a las nuevas disposiciones vigentes en 2024.
Rivera Arroyo sostuvo que el número de estructuras antiguas que podrían ser inspeccionadas oscilan entre 35,000 y 50,000. Indicó que los planes esbozados contemplan inspeccionar el universo de estructuras antiguas en un término de 10 años, comenzando con estructuras de 5,000 pies cuadrados como hospitales, escuelas y condominios y terminando con las estructuras más pequeñas.
Explicó que también se vislumbra decretar un periodo de dos años para educar los profesionales que tendrán a cargo las inspecciones y al país sobre las implicaciones de la nueva reglamentación.
Aquellas estructuras que tras la inspección reciban un señalamiento de rehabilitación tendrán un período de entre tres y cinco años para acometer la tarea y garantizar la seguridad de la edificación.
Sin fondos para renovar estructuras
El ingeniero reconoció que el nuevo código de mantenimiento no contempla proveer ayuda financiera a los dueños de propiedades que reciban señalamientos de rehabilitación.
“Las personas van a tener que sufragar ese gasto”, dijo Rivera Arroyo. Pero aclaró que eventualmente se podría negociar con el gobierno para ofrecer a los dueños de propiedades una exención contributiva u otro tipo de beneficio.
Sobre este aspecto el presidente de la empresa de bienes raíces Martinal Group, Alfredo Martínez Álvarez, señaló que “hay que mirar propiedad por propiedad. El proyecto no puede ser aplicar el reglamento a todas las propiedades. Y que haya una inversión, tú puedes determinar lo que sea, pero si no hay una inversión ¿con qué vas a renovar?”.
“Hay que ver cuáles son los edificios que hay que renovar y cuáles son los costos de esa renovación. Puede ser que los costos de la renovación de esos edificios sean demasiado altos y es mejor tumbarlos y hacerlos nuevos. Hacerlos más eficientes con energía renovable. Muchas de esas propiedades no cumplen con los códigos de construcción y te cuesta mucho más arreglar esas propiedades que están en desuso que tumbarlas y hacerlas nuevas. Y si pones ese reglamento demasiado oneroso o con demasiadas trabas va a ser letra muerta”, advirtió Martínez Álvarez.
El empresario también recomendó que, antes de poner en vigor el nuevo código de mantenimiento y su reglamento, se mida cuáles son las tendencias de la gente, de los comercios y de las industrias.
“Tiene que ser un reglamento que sea efectivo y que mida las necesidades de la población, de los comercios y de las industrias. Hay edificios que tienen más de 50 años y hay edificios que tienen más de 500 años y ¿Qué vas a hacer con esos edificios que no cumplen con ningún código, no cumplen con energía renovable y no son eficientes? Yo no estoy en contra de ese reglamento. Yo no he visto ese reglamento. Lo que sí yo digo es que si se va a hacer una cosa como esa hay que mirar edificio por edificio”, insistió el empresario.